Cómo se aplica el relleno con cánula en la zona periocular

El relleno con cánula en la zona periocular se aplica mediante una técnica precisa que minimiza hematomas y mejora la seguridad y resultados estéticos.

Cómo se aplica el relleno con cánula en la zona periocular

La estética periocular es una de las áreas más complejas y delicadas en la medicina estética y la cirugía plástica. El envejecimiento de esta zona afecta significativamente la expresión facial y la percepción de vitalidad y juventud. En los últimos años, el relleno con cánula en la zona periocular se ha consolidado como una técnica avanzada, segura y eficaz para rejuvenecer y mejorar el contorno de esta región, minimizando riesgos y resultados no deseados.

En este artículo, abordaremos de manera detallada cómo se aplica el relleno con cánula en la zona periocular, explorando la anatomía relevante, las indicaciones, la técnica adecuada, las precauciones y los resultados esperados. Nuestro objetivo es ofrecer una guía completa para profesionales interesados en perfeccionar sus habilidades en esta área específica.


Introducción a la técnica de relleno con cánula

El relleno dérmico con ácido hialurónico u otros materiales biocompatibles es una herramienta fundamental en el rejuvenecimiento facial. Tradicionalmente, la inyección con aguja ha sido la técnica más común; sin embargo, el uso de cánulas ha revolucionado la aplicación de rellenos en zonas delicadas como la periocular debido a su menor agresividad, reducción de hematomas y mayor seguridad.

Una cánula es un instrumento flexible, de punta roma, que permite infiltrar el producto con un menor riesgo de dañar vasos sanguíneos o tejidos sensibles. En la zona periocular, donde la vascularización es abundante y la epidermis muy fina, la cánula ofrece ventajas significativas para evitar complicaciones como hematomas, edema excesivo o embolias.


Anatomía de la zona periocular: clave para una aplicación segura

Para aplicar relleno con cánula en la región periocular, es imprescindible tener un conocimiento profundo y actualizado de la anatomía local.

Estructuras anatómicas principales

  • Párpado superior e inferior: piel muy fina, con músculo orbicular que rodea el ojo.
  • Surco lagrimal: surco que delimita el párpado inferior y la mejilla, suele presentar hundimiento con la edad.
  • Hueso orbitario: estructura ósea que delimita la cavidad ocular, fundamental para el soporte del relleno.
  • Vascularización: la arteria facial, la arteria angular y ramas de la arteria oftálmica irrigan la zona. La presencia de vasos superficiales y profundos es un riesgo potencial.
  • Nervios sensitivos: nervio infraorbitario, nervio supratroclear y nervio supraorbitario, la manipulación debe respetar estas estructuras para evitar parestesias.

Cambios anatómicos con la edad

  • Pérdida de volumen en grasa periorbitaria.
  • Prolapso o herniación de grasa orbitaria.
  • Pérdida de elasticidad y adelgazamiento cutáneo.
  • Aparición de surcos y ojeras profundas.

Estos cambios son los objetivos principales del tratamiento con relleno.


Indicaciones para el relleno con cánula en la zona periocular

El relleno con cánula se utiliza para:

  • Rejuvenecimiento del surco lagrimal: rellenar el surco nasoyugal para eliminar la sombra de la ojera.
  • Corrección de ojeras hundidas: mejorar el volumen y la uniformidad del párpado inferior.
  • Mejora del contorno orbitario: redefinir la transición entre el párpado y la mejilla.
  • Corrección de irregularidades postquirúrgicas: en pacientes que han tenido blefaroplastias o cirugías previas.
  • Tratamiento de arrugas finas y líneas de expresión: en combinación con otras técnicas.

Selección del material de relleno

El ácido hialurónico es el material más utilizado en la zona periocular debido a su biocompatibilidad, reversibilidad y resultados naturales. Es fundamental seleccionar un producto con características específicas:

  • Baja cohesividad: para evitar bultos o migración.
  • Baja viscosidad: para facilitar la integración en tejidos finos.
  • Alta capacidad de hidratación: para mejorar la calidad de la piel.
  • Durabilidad moderada: 9 a 12 meses es lo habitual.

Otros materiales, como el plasma rico en plaquetas (PRP) o hidroxiapatita cálcica, pueden emplearse en combinación, pero el ácido hialurónico sigue siendo el estándar de oro.


Técnica de aplicación del relleno con cánula en la zona periocular

Preparación del paciente

  • Explicación detallada del procedimiento, riesgos y expectativas.
  • Historia clínica para descartar alergias, enfermedades sistémicas o tratamientos anticoagulantes.
  • Fotografía preoperatoria para seguimiento.
  • Limpieza exhaustiva y desinfección de la zona.
  • Aplicación de anestesia tópica o bloqueo local si es necesario.

Selección y preparación de la cánula

  • Cánula de punta roma, generalmente de 25 a 27G, con longitud entre 40 y 50 mm.
  • Preparación del material de relleno en jeringa conectada a la cánula mediante adaptador.

Punto de entrada

  • Se realiza una pequeña punción con aguja fina (27-30G) en un punto estratégico, comúnmente en la zona lateral del párpado inferior o en la región malar, evitando zonas de alta vascularización.
  • Introducción de la cánula a través de esta punción, avanzando suavemente por planos profundos sobre el periostio o en el plano submuscular.

Técnica de inyección

  • Avanzar la cánula con movimientos suaves y controlados, evitando resistencia.
  • Infiltrar el relleno en pequeñas cantidades, retrotrazando o depositando en abanico para una distribución homogénea.
  • Evitar la inyección superficial para prevenir irregularidades y nódulos.
  • Controlar constantemente la simetría y volumen.
  • Evitar sobrecorrección, especialmente en una zona tan delicada.

Finalización

  • Retirar la cánula con cuidado.
  • Masaje suave para distribuir el producto si es necesario.
  • Aplicación de frío local para minimizar edema y hematomas.
  • Instrucciones post-procedimiento al paciente: evitar frotar la zona, exposición solar intensa y ejercicio físico intenso en las primeras 24-48 horas.

Ventajas del uso de cánula en la zona periocular

  • Reducción del riesgo de hematomas: la punta roma evita la punción accidental de vasos sanguíneos.
  • Menor dolor y trauma: disminuye la inflamación post-procedimiento.
  • Mayor precisión y control: permite distribuir el relleno de forma más uniforme.
  • Menor riesgo de complicaciones graves: como embolia o necrosis, especialmente en una zona con vascularización compleja.
  • Mejor experiencia para el paciente: menos molestias y recuperación más rápida.

Posibles complicaciones y cómo manejarlas

Aunque la técnica con cánula es segura, no está exenta de riesgos. Es fundamental conocer las complicaciones para prevenirlas y tratarlas adecuadamente.

Hematomas y edema

  • Son las complicaciones más frecuentes.
  • Se controlan con frío local, reposo y antiinflamatorios.
  • En raras ocasiones requieren drenaje.

Nódulos o irregularidades

  • Pueden aparecer si el relleno se deposita superficialmente o en exceso.
  • Se pueden tratar con masaje o, en casos necesarios, con hialuronidasa para disolver el ácido hialurónico.

Reacciones alérgicas

  • Raras con ácido hialurónico, pero posibles.
  • Se manejan con antihistamínicos o corticosteroides.

Complicaciones vasculares

  • Embolia o isquemia ocular es una complicación grave, aunque muy poco frecuente con cánula.
  • Se debe actuar de inmediato con medidas de emergencia, incluyendo inyección de hialuronidasa, masaje y consulta urgente con especialista en oftalmología.

Resultados y seguimiento

Los resultados del relleno con cánula en la zona periocular son visibles inmediatamente, con mejora en el volumen, la uniformidad y la luminosidad de la zona. Sin embargo, el edema post-procedimiento puede enmascarar la apariencia definitiva durante los primeros días.

Se recomienda seguimiento a las 2 semanas para valorar la necesidad de retoques y evaluar la satisfacción del paciente.

El efecto suele durar entre 9 y 12 meses, dependiendo del producto y características individuales. El mantenimiento regular permite resultados duraderos y progresivos.


Conclusión

El relleno con cánula en la zona periocular representa una técnica avanzada y segura para el rejuvenecimiento de una de las áreas más sensibles del rostro. Su correcta aplicación requiere un profundo conocimiento anatómico, selección adecuada del material y destreza en la técnica para maximizar resultados y minimizar riesgos.

Para el cirujano plástico o médico estético, dominar esta técnica es fundamental para ofrecer soluciones efectivas a pacientes que buscan mejorar su apariencia sin recurrir a procedimientos invasivos. La combinación de tecnología, arte y ciencia en esta práctica permite restaurar juventud y armonía facial con naturalidad y seguridad.


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Este artículo busca ser un recurso integral para profesionales interesados en la aplicación del relleno con cánula en la zona periocular, promoviendo una práctica segura, ética y basada en la evidencia científica.

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